Entre vidas

Entre vidas | Laura Tárraga | Autopublicado | Realismo mágico | Autoconclusivo | 308 páginas | 16€/3,99€ | 9788409086580 | Comprar en físico | Comprar en digital

La Ecuménica y el Hotel Vista Roja unen a Manuela y Ela sin saberlo. La guerra que cambió el mundo entra en sus vidas a pesar de los años que las separan.

Manuela ha decidido que el pueblo se le queda pequeño. En el año 40 tiene que enfrentarse a sus miedos y dejar atrás a su familia.

Ela está obsesionada con la Guerra a pesar de que en el año 80 nadie quiere hablar de ella. El Memorial se acerca y una excursión con su colegio hará que su vida dé un vuelco.

Dos chicas de diecisiete años y un hecho que cambiará sus vidas para siempre.

Entre vidas es una de las historias que más tiempo llevaban en mi lista de pendientes. Sin exagerar, llevaba en pendientes desde que la autora lo publicó mediante un crowdfunding en 2019. Desde entonces ha sido un libro que ha estado en mi estantería a la espera de poder ser leído y quería poder leerlo antes de que acabase el año para que no pasase más tiempo en la lista de pendientes. Tenía muchas ganas de leer a esta autora y me ha gustado mucho su forma de narrar, así que no será lo último que lea. 

Nos adentraremos en el Hotel Vista Roja gracias a Manuela y Ela. Contado desde dos puntos de vista totalmente diferentes y en años distintos, viviremos la guerra que ha cambiado el mundo. Manuela es una joven que decide que su vida en el pueblo no tiene mucho futuro y que no quiere acabar casada como su hermana mayor, por lo que decide irse a la gran ciudad en los años 40 y dejar atrás a su familia. Mientras que Ela es una joven de diecisiete años que está obsesionada con la guerra que tuvo lugar hace 40 años y de la que nadie quiere hablar. Su vida cambiará cuando en una excursión con el colegio visitan el Hotel Vista Roja.

Es una historia muy bien construida. Se nota que la historia está basada en un hecho real como puede ser la Segunda Guerra Mundial, pero me gusta mucho el enfoque que le ha dado la autora. En este caso, los que sufren algún peligro son las personas que tienen el gen del artista. Lo que cabe a destacar dentro de la historia son los dos puntos de vista que hay y cómo conoceremos este hecho de la historia. En el caso de Ela, tiene muy clara su posición y le molesta mucho que la gente no hable sobre el pasado. Mientras que Manuela es una joven que trabaja en el hotel y, por lo tanto, no tiene muy claro qué es lo que está pasando en el resto del mundo con la guerra.

«Aunque sabía que tenía razón, no podía quitarse la amarga sensación del cuerpo de que todo iba a ir mal. La obligaron a bailar y a intentar no pensar, a dejarse llevar por la música, pero cada paso que daba le recordaba que el mundo estaba roto, y que ella formaba parte de él.»

Una narración complementa a otra. El punto de vista de Ela está narrado en primera persona, mientras que el de Manuela está en tercera. Lo que más destaca es la forma en la que están conectadas estas dos personas, pero no puedo hablaros de ello porque es lo bonito de este libro, poder descubrirlo por uno mismo. Al igual que el poder descubrir a estas dos protagonistas, creo que lo bonito es poder conocerlas por una misma. Ela y Manuela son personas totalmente diferentes y se nota mucho en su forma de ser y actuar, lo podemos observar en sus partes de narración. 

Algo que me hubiera gustado que tuviera un poco más de desarrollo son el resto de personajes que rodean a una y otra. Ela se relaciona con dos personas de su clase y podremos saber cómo es dentro del ámbito familiar. En este caso, no me ha importado que no tuviera mucho desarrollo. En cambio, en las partes de narración de Manuela sí que me hubiera gustado poder conocer un poco más en profundidad a sus compañeros y compañeras del Hotel Vista Roja. Al final, la autora se centra mucho en cómo es el trabajo allí, pero solo se nos muestra en una ocasión cómo sería los ratos de descanso y cómo se relaciona Manuela con sus compañeras, pero había personajes de lo más interesantes que me hubieran gustado conocer un poco más. 

Entre vidas es una historia para disfrutar conociendo el Hotel Vista Roja, pero también es una historia que muestra una realidad. Una realidad que, aunque haya tenido modificaciones, tuvo lugar de verdad fuera de un libro. Me ha sorprendido lo bien llevada que está la historia y lo sencillo que es poder identificar los elementos con la realidad. Me arrepiento mucho de no haber leído esta historia antes porque me ha gustado y sorprendido a partes iguales. Sin duda alguna, no va a ser lo único que voy a leer de Laura Tárraga.

«Aquel roce no era como el de Úrsula. La mano de Genoveva le dio a entender que no iba a soltarla.

Aunque el mundo se desmoronara en aquel instante.»