El barquero de almas

El baquero de almas | Claire McFall | Puck | Fantasía | Trilogía | 320 páginas | 13,30€/5,22€ | 9788492918748 | Comprar en físico | Comprar en digital

Dylan ha escapado ilesa de un horrible accidente ferroviario.

Pero, en realidad, no es así.

El paisaje sombrío que la rodea no es Escocia. Es un páramo donde merodean espectros en busca de almas humanas.

Y el extraño que está esperándola no es un chico común y corriente. Tristan es un barquero, cuya tarea consiste en transportar su alma al más allá, un viaje que ya ha hecho miles de veces.

Pero esta vez hay algo diferente.

Indecisa entre el amor y el destino, Dylan comprende que no puede separarse de Tristan, pero tampoco puede quedarse con él. Tarde o temprano, inevitablemente, los espectros capturarían su alma y ella se perdería para siempre.

¿Podrá el verdadero amor vencer los límites de la muerte?

Dylan es una joven de quince años normal y corriente. Va al instituto, odia ir al instituto, se pelea con su madre, sus padres están separados y no conoce a su padre. Motivo por el cual, después de haber hablado un par de días con él por teléfono, decide ir a visitarlo y arreglar el tiempo perdido. Se monta en el tren que le llevará allí, cuando tiene un accidente ferroviario. Después de salir por el túnel dónde ha tenido lugar, se encuentra con un muchacho de dieciséis años, Tristan. Quien le inspira demasiada confianza a Dylan para que la siga en busca de un lugar mejor.

Me he sentido muy decepcionada con este libro. Me esperaba una gran aventura, al fin y al cabo podría llegar a considerarse un retelling de Caronte. Para quiénes no lo sepáis: Caronte forma parte de la mitología griega, es el encargado de transportar las almas de las personas que han muerto hacia Hades. Aunque se quedaría a las puertas del retelling porque no ahonda en la mitología griega, pero sí que tiene un personaje que nos recuerda al barquero de Hades. Es que, con esa premisa, nada podía salir mal... Me equivoqué.

«—¿Y cuál ha sido la peor alma que has tenido que llevar? —preguntó en voz baja.
—Tú.» 

Fanart de Dola Sun

En este caso, los personajes no tienen que atravesar ningún río para llegar al final, al paraíso, si no que atraviesan el páramo. Una dimensión plagada de demonios que intentan llevarse el alma de Dylan para convertirlos en uno de ellos. La cosa es así: o Dylan llega al final viva o no llega. La trama se desarrolla en torno a este páramo y a los peligros a los que se enfrentan, es bastante lineal. A mí se me hizo bastante repetitivo todo esto, tiene la misma estructura durante toda la trama y resulta cansino. No hay emoción, ninguna escena que se salga de esa notoriedad existente. Se centra mucho más en los pensamientos y sentimientos de los dos protagonistas. Aun así, prácticamente, no he soltado el libro hasta acabarlo porque podía conmigo el ansia de saber más.

Se mencionan varios personajes, pero tampoco son relevantes en la historia o profundidad en ellos, toda la narración gira en torno a nuestros dos protagonistas. La verdadera razón por la que he seguido leyendo esta historia son los personajes. Te atrapan. Notas su evolución, sobre todo con el personaje de Dylan. Empieza siendo una adolescente asustada, tímida, que no se enfrenta a nada... Y Tristan enamora por ser el personaje más interesante puesto que tiene muchos años, muchos. Nos relata cosas acerca de otras almas a las que ha trasportado o sobre el mundo que ha creado la autora. Esconde mucho su personaje y es una maravilla ir conociendo los pequeños detalles que nos muestra. 

Sé que no estoy hablando maravillas de este libro. El principal problema de este libro es la monotonía de la trama, esa repetición existe. Aunque tampoco es un mal libro, si queréis pasar el rato, es el indicado. Prácticamente lo he devorado porque sigue siendo adictivo, teniendo unos personajes muy reales y una premisa de lo más original. Además, con ese final, os prometo que necesito su continuación para que se desarrolle ciertos conceptos que deja al lector con ganas de más información en esta primera premisa.

«—Es extraño —murmuró. Luego quiso compensar su falta de tacto y agregó—: Pero, en realidad, no importa qué aspecto tengas. Lo que está en tu mente y en tu corazón, ¿sabes? En tu alma.»