Glitch

Glitch | Mireia de No Honrubia | Autopublicado | Young adult, misterio | Autoconclusivo | 252 páginas | 10,40€/2,69€ | 9798646068 | Comprar en físico | Comprar en digital 

Noah tiene once años y acaba de abandonar el pueblo donde su madre y ella vivían con sus abuelos para mudarse a la ciudad. Se enfrenta a una nueva rutina en un colegio donde no conoce a nadie y a un profesor que no tarda en ridiculizar su particular identidad. Y es que Noah es especial y se siente orgulloso de ello; por eso, el choque con la incomprensión en su nuevo entorno, hará que tenga que luchar como nunca por ser ella misma. A la vez, cuando Beatrissa, su madre, le regala su primer teléfono móvil, Noah empieza a tener sueños cada vez más extraños. No tardará en iniciar una investigación para descubrir quién está amenazando el descanso de la humanidad, dándose cuenta de los peligros de la exposición a la que nos sometemos por el simple hecho de llevar encima nuestro teléfono móvil. ¿Conseguirá Noah desvelar el misterio que se esconde en sus sueños? ¿Será capaz de derrocar a los responsables?

Gracias a la autora por el ejemplar

Noah es de los personajes más adorables y tiernos con los que me he topado en el mundo de la literatura. A través de los ojos de este personaje, nos aventuraremos en una historia en primera persona que comienza con la mudanza a una nueva ciudad y el miedo que supone esto. Noah deja atrás a sus abuelos y a su mejor amiga, Inés, para irse a vivir con su madre, Beatrissa, a la ciudad. Su primer día en el colegio no es muy agradable, la gente no deja de preguntarse si Noah es un chico o una chica y no les cabe en la cabeza la posibilidad de que se pueda ser las dos, puesto que es género fluido.

Una de las cosas que más me han gustado de este libro es la visibilidad que hay. La autora lleva muy bien el hecho de que Noah sea género fluido, son pocas las historias que lo muestran notablemente y esta es una de ellas. La narración está en primera persona, por lo que vemos los cambios en los adjetivos de masculino/femenino. Es algo que me ha gustado un montón y, en un principio me parecía un poco extraño, puesto que directamente pensaba que era una persona transgénero. Cuando todo cobra sentido te acostumbras mucho a esos cambios y los disfrutas puesto que hace que la historia sea más real. Además de eso, nos encontramos con una madre soltera y sorda que se independiza para poder vivir la vida que ella quiere.

Es una historia corta con la que he disfrutado un montón. Se nos abre una trama muy interesante en torno a los sueños que empieza a tener Noah cuando su madre le da un móvil para que esté en contacto con su amiga Inés. En esos sueños nota como se le intentan vender ciertos productos. A partir de entonces, empezará una investigación en torno a ello y se unirá a un grupo de lo más especial y a quienes también les interesa el tema: Fer, el hermano de su mejor amiga, una persona amable que le recordará a su pueblo y con quien se sentirá como en casa; Gabriel, un chico arrogante que no cae muy bien; y, Lidia, una universitaria que al igual que Noah, es capaz de saber cuándo la están vendiendo un producto en sus sueños.

«Me encontré y obtuve el empujón que necesitaba para que mi verdadera personalidad pudiera desarrollarse.»

Ilustración de Celia Añó

Los personajes, que conocemos a medida que vamos avanzando en la trama, me han gustado un montón. Da igual que sean principales o secundarios, todos están bien perfilados y no hay ninguno que esté mencionado de relleno, si no que todos tienen importancia en mayor o menor medida. Por supuesto, Noah es mi personaje favorito, pero creo que su madre y Lidia se merecen una mención de honor porque son mujeres fuertes que se valen por ellas mismas y a las que he cogido cariño durante toda la narración.

Todo el tema que la autora desarrolla en torno al marketing y los sueños me ha parecido una absoluta maravilla y desarrolla una reflexión bastante importante. Es una premisa de lo más original y, aunque haya momentos de misterio en los que se nos abre la búsqueda de saber quién está detrás de todo ello, la tensión que se crea es llevadera. Cuando leo momentos de tensión, lo suelo pasar mal, pero al estar narrado desde la perspectiva de Noah, que tiene doce años y sigue teniendo una mentalidad algo infantil, es bastante más suave que si hubiera sido una historia directamente de misterio y thriller.

Glitch es una historia preciosa que os atrapará de principio a fin. Descubriréis que la tecnología y la publicidad están unidas de forma muy directa, ¿qué pasaría si a eso se le suma un marketing a través de los sueños? A partir de esa premisa nos sumergiremos en una trama de lo más original. Además, podréis disfrutar de personajes inclusivos.

«¿Por qué la gente prefiere cubrirse los ojos cuando tiene una verdad incómoda delante? Deberían luchar contra ella; intentar cambiar el mundo, por mucho que asuste, por mucho que cueste y por muy imposible que parezca.»