El ángel de Mildhellei

El ángel de Mildhellei | Jesica Rostoll | Editorial Titanium | Fantasía | Autoconclusivo | 184 páginas | 14,90€ | 9788412192148 | Comprar en físico

En Mildhellei, Asael ha destruido la vida, la esperanza y la felicidad de cada uno de sus habitantes, sumiéndolos en la miseria y en un gobierno de terror por la crueldad vivida bajo la mano de su verdugo, la Bestia, encargado de llevar a cabo las mayores torturas ideadas por su amo.

Fuera de los muros de la fortaleza, Éire vive con una familia que la protege, la quiere y la cuida. Sin embargo, los sueños de un futuro quedan amenazados con la aparición de la Bestia y al ser conocedora de una verdad que marcará el discurrir de su vida.

¿Será capaz Éire de hacer frente a un destino que marcará su futuro?

Gracias a la editorial por el ejemplar

La historia comienza con una lucha entre nigromantes y ángeles. Una lucha entre el bien y el mal que acaba con la muerte de ambos bandos en el monte de Mildhellei, donde la historia volverá a repetirse. Éire estará fuertemente ligada con esta lucha que se repetirá y la pillará en todo el medio del meollo. La historia tiene varios tiempos diferentes en los que transcurre la narración. Algo que complica un poco hablar de la trama sin hacer spoiler de ninguna de ellas puesto que unas con otras están altamente relacionadas y creo que uno de los puntos fuertes de esta historia es poder descubrir todo por uno mismo.

Es una historia de fantasía muy corta, algo que me ha sorprendido mucho puesto que historias con premisas parecidas, llegan a ocupar trescientas o cuatrocientas páginas más, en las cuales la mayoría es relleno e información que al final no aporta nada. En cambio, la autora es capaz de dar la información necesaria de los tres tiempos en los que se desarrolla sin dejar puntos de la trama sin cerrar. Aunque sí que tengo que admitir que había escenas que se me hacían algo más pesadas que otras. Son necesarias en el conjunto total de la trama, pero en esos momentos, al casi no tener acción, se me hacían pesadas. Eran, sobre todo, escenas cotidianas en las que vemos a los protagonistas desarrollar su vida sin ningún tipo de inconveniente y yo soy una persona a la que le gusta mucho la acción. 

«El poder del ángel y el guerrero se unirán para derrotar a aquel, cuyo corazón marchito y negro por los oscuros poderes, ha infligido tanto dolor. Créeme cuando digo que un poder como tal no será superado por la oscuridad y tan real será tu fin.» 

Al ser una historia tan corta, te incita a seguir leyendo y adentrándote en el mundo que ha creado la autora donde habrá tres escenarios que tendrán una gran importancia correspondiente a los tres tiempos. El primero es el monte de Mildhellei, donde empieza nuestra historia. El segundo es el castillo de Mildhellei y el tercero es una cabaña a las afueras de la ciudad donde crecerá Éire y donde se desarrolla la mayor parte de la narración. Sin duda alguna, las escenas de esa última parte son de mis favoritas puesto que podremos conocer a la protagonista de la historia y se nos muestra un mensaje muy importante: la verdadera familia no es con quien compartes sangre, si no la que está para ti en todo momento, incluyendo ese en el que tienes que enfrentarte a una figura muy poderosa para poder salvar a una ciudad entera del mal. 

La trama principal que recorre tres generaciones queda resuelta en una escena de lo más épica típica de las historias de fantasía. Aunque la autora nos da a entender que puede que esa no sea al verdadero final a una historia así. Cosa que consigue que me piqué la curiosidad, solo que espero que se salga de esta estructura para aventurarnos un poco más en la ambientación del lugar y de la acción, puesto que creo que la autora tiene mucho potencial y estaría muy bien que lo desarrollará más. Aunque, obviamente, todo esto son suposiciones mías. Es una historia ágil, corta, con buenos personajes y que, si os gustan las historias de fantasía, estoy segura de que podréis disfrutar.

«—Éire —Kalen depositó una mano sobre la suya —, sé que en estos momentos estás muy dolida y no te voy a juzgar por ello; sin embargo, no olvides que la familia no es quien te da a luz y tiene tu misma sangre. Es aquella que vela por ti, te cuida, te protege, te da su amor y cariño.»