Reseña: El verano que me llevó a ti

El verano que me llevó a ti | Patricia Reverté | Autopublicado | Romance, LGBT | Autoconclusivo | 228 páginas | 7,90€/2,99€ | 9781086547375 | Comprar en físico | Comprar en digital

Aquel mes de agosto me regaló muchas primeras veces; mi primera vez de acampada, mi primera escapada de madrugada, mi primer pícnic en un mirador... Me regaló hasta una familia nueva, aquella que iba junto con mi padrastro. Conocerlos fue un paso difícil, estaba pasando por uno de los peores momentos de mi vida y mi salud mental no me permitía estar en paz. Sólo pensaba en esconderme, en aislarme, en alejarme... pero él no iba a dejar que siguiera hundiéndome.

Y, él, con su carácter arrollador, se propuso conocerme y llegar a mí a pesar de mis rechazos y excusas. Quería hacerme recuperar la sonrisa. Por mucho que lo negara, su compañía me traía paz. Marcos estaba orgulloso de ser cómo era, no se escondía, no tenía miedo, ni siquiera ser gay le suponía un problema. Pero yo... yo me odiaba a mí mismo y odiaba a aquellos que me habían roto, que con el bullying habían logrado que terminara haciendo daño a los que más quería. Así que decidí fingir. Pero no se puede huir para siempre, y menos de alguien como Marcos.

Gracias a la autora por el ejemplar

Dani lo único que quiere es pasar un verano tranquilo, estudiando para las recuperaciones de septiembre, pero su verano sufre un giro de trescientos sesenta grados cuando van a pasar el verano a la casa de campo del marido de su madre, Carlos. Allí descubrirá una familia con la que no se sentirá a gusto en un principio y la cosa no mejora cuando aparece Marcos, su primo postizo, que lo único que le interesa es averiguar todo lo que esconde.

Dani tiene muchos problemas de autoestima y confianza, así como ansiedad por lo que pasó en un pasado que no conocemos, pero que poco a poco se irá descubriendo. El choque existe entre Dani y Marcos es muy grande. Dani es tímido y lo único que le preocupa son las asignaturas pendientes, mientras que Marcos lo único que hace es vivir el momento y empezar a interesarse poco a poco por su primo postizo. Poco a poco se irán conociendo y entablando una amistad que irá derivando en algo más.

«Dispuesto a empezar a buscarme, a reencontrarme y a dejar atrás un lastre que, aunque fuera difícil de lanzar por la borda, no iba a permitir que me hundiera.»

La verdad es que, el protagonista no me caía muy bien en un principio. Tiene ansiedad y depresión, pero actúa en un papel de víctima consigo mismo. Se le plantea un problema y no hace el amago de intentar solucionarlo, simplemente, huye del lugar porque no le gusta la conversación que se está formulando. Y oye, yo lo entiendo, también he huido de conversaciones familiares porque no me agradaban o me hacían más mal que bien. Se me hacía pesado el hecho de que dejase de lado ese papel e intentase sobrellevarlo. 

Cuando esas situaciones se pasan, la narración se vuelve de lo más ágil y consigue engancharte tanto que no podrás soltar el libro hasta acabarlo. Aunque lo que más cabe destacar es la relación familiar que existe en ese ambiente veraniego en el mes de agosto. La autora crea personajes secundarios totalmente variados de los que conseguirás acordarte porque aparecerán más de una vez.

En definitiva, es una novela de romance juvenil LGBT con la que disfrutarás de principio a fin. Dani es una persona tímida, con un montón de problemas que quizás no consigas entender, pero que consigue sobrellevar todo lo que se le ha puesto encima. Mientras que Marcos es su polo opuesto. Una historia que te hará olvidar lo que ocurre en tu entorno para meterte en uno totalmente veraniego.

«El corazón no atendía a la razón, y mi razón, para mi desgracia, estaba quebrada.»