Reseña: Siega

Siega | Neal Shusterman | Nocturna Ediciones | Utopía, ciencia ficción | Trilogía | 525 páginas | 16,15€/6,64€ | 9788416858248 | Comprar en físico | Comprar en digital

Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla?

Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

Este es uno de los libros que llevaba en mi lista de pendientes desde hacía muchísimo y nunca me animaba a empezar, pero entonces surgió una lectura conjunta y fue mi oportunidad. Aunque no llegué a terminarlo a tiempo, la lectura conjunta duraba dos semanas de febrero y yo lo he terminado a principios de abril, pero lo importante es que lo he terminado.

Dentro del libro nos encontramos con una utopía, que se irá convirtiendo en distopía, donde los humanos han conseguido vencer la muerte, así pues la gente que muere por error es capaz de resucitar gracias a la tecnología que se presenta y si llegan a una edad muy alta, tan solo tienen que reiniciar el contador para volver a la edad que desea la persona. En una sociedad donde nadie puede morir, surge un problema y es exactamente ese: nadie puede morir. Exactamente por eso entran en acción los segadores, son las únicas personas que pueden matar a otras. 

Me parece increíble el mundo que ha creado el autor, así visto puede parecerme hasta una idea simple, pero la capacidad que ha tenido para transmitirlo tan bien es increíble. He tenido mil sentimientos mientras leía el libro, pero sobre todo intriga y tensión. No es nada predecible y realmente lo pasas mal mientras lo lees, pero merece mucho la pena. Se plantean unas cuestiones y reflexiones que todos deberíamos tener en cuenta. 

«La muerte era algo desconocido para la mayoría. Necesitaba existir en su propia burbuja, siempre que ellos pudrieran permanecer al otro lado y asomarse al interior.»

La historia está narrada en tercera persona desde el punto de vista de los dos protagonistas principales: Citra y Rowan. Aunque se entrelazan los capítulos con fragmentos de los diarios de diferentes segadores que aparecen. Estos dos jóvenes adolescentes han sido elegidos para ser discípulos y llegar a convertirse en segadores por Faraday, uno de los segadores más importantes dentro de esta novela. Lo que no cuentan Citra y Rowan es que al final tendrán que competir porque solo uno de ellos podrá convertirse en segador.

Aunque hay un montón de personajes secundarios que tienen una gran importancia dentro de la narración, la mayoría de ellos segadores como Faraday, Curie, Goddar, Volta... No quiero hacer mucho hincapié en ellos porque es mejor que los descubráis por vosotros mismos. A pesar de ser secundarios, los que os he mencionado, tienen un gran peso en la narración y están muy bien construidos. 

Es la primera novela que leo del autor, pero estoy segura que no va a ser la última. Empezando porque el final de este libro fue un gran choque de sentimientos y necesito saber qué sucede en el siguiente, por lo que tengo entendido la tercera parte saldrá a la luz en España a principios de verano. De momento, solo os puedo recomendar este libro porque, a pesar de que haya tardado tanto tiempo en leerlo, creo que es uno de mis favoritos hasta ahora.

«No pierdas nunca la humanidad si no quieres acabar siendo una simple máquina de matar», le había dicho el segador Faraday.