El engaño de la princesa

El engaño de la princesa | Kiersten White | Puck | Fantasía | Trilogía | 352 páginas | 15€/7,59€ | 9788492918881 | Comprar en físico | Comprar en digital

Con la magia que extiende sus garras por las fronteras del reino de Arturo, el emblemático mago Merlín tiene una solución: decide enviar a Ginebra para que se convierta en la esposa de Arturo, para que pueda protegerlos de aquellos que buscan la caída de la ciudad que gobierna el joven rey. ¿Cuál es la trampa? El verdadero nombre de Ginebra. Su identidad verdadera. Nadie la conoce realmente. Ella es una sustituta, una joven que ha sacrificado todo para salvar Camelot. Para mantener a Arturo a salvo, Ginebra debe abrirse camino en una corte donde los antiguos residentes, incluida la misma familia de Arturo, quieren que las cosas continúen siendo como siempre, y los nuevos, aquellos atraídos por el sueño de Camelot, luchan por una vida mejor. Y siempre, en el corazón verde del bosque y las negras profundidades de los lagos, la magia espera al acecho para reconquistar el reino. Justas mortales, falsos caballeros y romances prohibidos no pueden compararse con la amenaza más grande: la joven de largo pelo negro que cabalga a través de la foresta oscura hacia Arturo. Porque cuando toda su existencia es una mentira, no es posible confiar ni siquiera en uno mismo.

Tenía un montón de ganas de leer esta historia porque no había leído nada antes que tuviera que ver con el mito artúrico. Además, que estuviera contado desde el punto de vista de Ginebra me parecía genial. Quizás ha influido un poco el hecho de que tuviera un montón de expectativas en que me iba a maravillar este libro porque ha tenido el efecto contrario. No me ha disgustado del todo, había cosas que sí me han gustado, pero en general ha sido un poco meh.

La historia comienza con la llegada de Ginebra a Camelot, aunque los primeros capítulos son parte del camino que tiene que hacer hasta poder llegar a la ciudad y se me hicieron algo pesados. La historia prosigue con la boda entre Ginebra y Arturo. Tengo un problema con estos personajes, puesto que yo me los imaginaba como personas entre 20 y 22 años como mucho, pero no, Ginebra tiene 16 y Arturo 18. Había escenas que se me hacían poco creíbles, teniendo en cuenta lo que sucede y los años que tienen, pero es fantasía y supongo que todo puede ser creíble, ¿no? Total, que Ginebra va allí para poder proteger a Arturo de un gran peligro. Adivinad lo que hace Arturo, exacto, pasar de los consejos de Ginebra e irse por ahí como si una amenaza no estuviera presente.

La narración se nos presenta en tercera persona desde el punto de vista de Ginebra y es algo que me ha gustado un montón. Creo que se nos ha presentado la oportunidad de poder conocer a un personaje bastante fuerte. Repito que solamente tiene 16 años, pero tiene una madurez y una persistencia en lo que respecta a proteger a Arturo que no lo va a aparecer. A este punto de vista, se le une a final de cada capítulo una segunda voz que toma protagonismo, pero de la que no sabremos absolutamente nada. Excepto que supone un peligro tanto para ella como para él. Con esta voz me he llegado a rayar un poco porque por momentos pensaba que era un personaje, pero al final del libro, se abre otra opción que me mantiene en vilo y es el principal motivo por el que quiero leer los siguientes libros.

«—Guardar secretos es como una espina debajo de la piel. Puedes acostumbrarte, pero siempre está allí, infectándose.»

Como podéis observar, Arturo no es que haya sido un personaje que me haya caído especialmente bien. Creo que es un crío un poco malcriado, que intenta hacer todo lo posible por mantener al pueblo contento, que esto me parece bien, pero que no se preocupa por su propia corte y amigos o por su propia esposa. En cambio, Ginebra sufre un cambio bastante notable durante toda la historia y pasé de odiarla a soportarla. Al ser la primera parte de una trilogía no puedo decir que me haya gustado este personaje, pero tiene pinta de que en los próximos libros, me llegue a gustar. No todo iban a ser cosas malas, por lo que la autora nos deleita con dos personajes maravillosos y que esconden muchas cosas: Modred y el caballero Parches. De los cuales no os voy a contar nada porque es mucho mejor que lo descubráis por vosotros mismos. Solo os puedo decir que amo a Modred y que una de las principales razones de que lea la segunda parte es él.

Una de las grandes pegas que le encuentro a esta historia es que la magia tiene un papel importante durante toda la narración, pero en ningún momento se llega a explicar esto de una forma precisa y tendida. Vaya, no se explica nada. Lo mucho que entiendes de esto es que Ginebra hace magia mediante nudos y hay otras personas que también practican magia de otras formas, pero en el reino de Camelot está totalmente prohibido. Esta premisa es maravillosa, pero la autora no la explica en ningún momento y yo creo que siendo el primer libro de una trilogía debería haberlo hecho.

En definitiva, El engaño de la princesa ha sido un relato que me ha cautivado por la magia que desprende, ciertos personajes que tienen un aire misterioso y que te sorprende a medida que avanza, pero, sobre todo, por los personajes fuertes femeninos que están tan bien perfilados. Ahora solamente me toca esperar a que saquen la siguiente parte y espero que sea pronto.

«—No todo en el bosque es destrucción. El bosque también es vida. —Sacó una delicada flor púrpura y amarilla de su chaleco de cuero.— ¿Puedes sentirla?
—Puedo —dijo ella, vacilante.
—Algunas cosas solo crecen al aire libre. —Le tendió la flor con una sonrisa cómplice. No iba a decírselo a los otros caballeros. Iba a protegerla.— Mantenla fuera de los muros y nadie tiene que saberlo.
Tomó la flor.»