Una última luna

Una última luna | VVAA | Hela Ediciones | Fantasía | Antología | 164 páginas | 12€/2€ | 9788409110100 | Comprar en físico | Comprar en digital

«Una última luna» de J.D. Martín.

«En el hielo» de Maeva Nieto.

«Catarsis» de Celia Añó.

«El espectro» de Victor Dagro.

«Se lo debéis» de Aina Ogayar.

«El devorador de sueños» de Sara Cruces.

«Amduat» de Raquel Aysa Martínez.

«La luz de Amalur» de Erik Reenberg.

«Bosque y vida» de Isabel Pedrero.

«Dioses olvidados» de Mercé Homar Mas.

Gracias a la editorial por el ejemplar

Hace poco Hela Ediciones estrenó su club de lectura, empezando por su primera publicación y siguiendo mes a mes por las siguientes. En julio le ha tocado el turno a Una última luna, una colección de diez relatos, que tiene como premisa la mitología. Yo me esperaba retellings de los mitos que ya conocía, pero me ha sorprendido que no haya sido así. De hecho, voy a aprovechar también a comentaros que os podéis apuntar a la siguiente lectura, Orikel. Oliver y Aubree de Isabel Collazo. Si lo hacéis en este formulario, disfrutaréis de un 5% de descuento en el libro en físico y en digital. Además, de disfrutar de una charla con la autora al finalizar la lectura.

En esta antología podéis disfrutar de mitología céltica, griega, nórdica, egipcia, japonesa… Y otras mitologías no tan conocidas. Con unas premisas de los más originales. Quitando dos relatos que no me han terminado de convencer, el resto ha sido un placer leerlo. He descubierto autores que no conocía y que a partir de ahora no voy a perder el ojo, como Sara Cruces, Raquel Aysa o J. D. Martín. Y he leído a autores que ya conocía, pero que me han vuelto a demostrar que es un placer leer, como Mercè Homar, Celia Añó, Maeva Nieto o Isabel Pedrero.

Como es costumbre en las reseñas de antologías, procedo a hacer mención de honor a los cuatro relatos que más me han gustado y a hablaros un poco más en profundidad de ellos. Recordad que, aunque solamente mencione cuatro relatos, no implica que solamente me hayan gustado estos. Como he dicho antes, he tenido el placer de disfrutar de ocho de ellos.

Sabía que este relato me iba a gustar sí o sí porque ya había leído la novela que tiene la autora en esta misma editorial y se ha convertido en uno de mis libros indispensables en mi pila de favoritos. Obviamente, Maeva Nieto no ha fallado con su relato, En el hielo. Se nos presenta un relato de la mitología Inuit que no conocía, pero con el que he disfrutado un montón. Anori es un niño que vive en la torre de El Cuervo, su protector, hasta que sea mayor de edad y pueda salir de allí sin sufrir ningún peligro. Solo que el peligro está más cerca de lo que parece. Es un relato muy ágil y muy bien contado. Te metes de lleno en él aunque no conozcas la mitología a la que pertenece.

«Ser tuerto le impedía calcular bien las distancias, y pese a que sabía que el horizonte era inalcanzable, él prefería pensar que estaba cerca.» —En el hielo, Maeva Nieto.

El siguiente relato del que he disfrutado un montón es Catarsis de Celia Añó. En este caso podemos leer una reinterpretación del mito griego del laberinto del minotauro. Nos encontramos con Scalia, una joven que, adentrándose en sus sueños, decide plantar cara al monstruo que la atormenta. Es una forma muy original de interpretar el mito, además de darnos una lección de que debemos enfrentarnos a nuestros monstruos y ofrecernos una reflexión muy adecuada.

A la siguiente autora no la había leído nunca, pero me ha sorprendido un montón y he decidido que no puedo perderla de vista porque promete un montón. Raquel Aysa Martínez nos sumerge en su relato, Amduat, en una ambientación egipcia. Nailah se despierta un día y descubre que el sol no ha salido, por lo que acude al templo, donde Ra y Maat le encaminan la misión de recuperar la barca solar de Ra. Es un relato muy ágil, lleno de acción y con el que he disfrutado, pero sí es cierto que he echado en falta algo más de descripción. Aunque eso tampoco impide meterte en la ambientación egipcia que se nos ofrece.

Por último, pero no menos importante, Mercé Homar nos deleita con Dioses olvidados. Un relato de lo más original y, sin duda, el más indicado para cerrar esta antología. Es el único relato con un toque de humor y me ha maravillado. No es que se centre solamente en una mitología es que nos mezcla varias en uno solo: céltica, egipcia, nórdica, griega y japonesa. Es tan genial que, en este caso, no os voy a contar la premisa de la historia porque merece mucho la pena que la descubráis por vosotros mismos. Una historia de mamarracheo que merece la pena leer.

En definitiva, Una última luna es una antología mitológica que me ha sorprendido un montón. La experiencia de haberlo leído en una lectura conjunta ha sido genial, sobre todo en los momentos de poder charlar con los autores y aprender con ellos sobre sus relatos, mitología, proceso de escritura y demás. Os la recomiendo un montón si lo vuestro es la mitología y los relatos.

«Estaba harta de sentirse mal, de que el frío que la perseguía no fuera por el invierno, sino que viniera de sus propios huesos.» —Catarsis, Celia Añó.