Alma y los siete monstruos

Alma y los siete monstruos | Iria G. Parente y Selene M. Pascual | Nube de tinta | Middle grade | Conclusivo | 224 páginas | 15,95€/6,64€ | 9788412222760 | Comprar en físico | Comprar en digital

Uno apenas mide un palmo y no parece peligroso.

Dos es enorme y pesa una tonelada.

Tres tiene los ojos amarillos.

Cuatro una larga cola con anillos de colores.

Cinco es especialista en susurrar al oído.

Seis no deja de llorar.

Siete parece pequeñito, pero puede hacerse grande como una bombilla. Grande como una pelota de fútbol. Grande como el televisor del salón.

Estas siete criaturas (algunas terribles, otras aparentemente inofensivas) viven debajo de la cama de Alma y salen por la noche para robarle su luz, sus sueños y sus esperanzas.

Alma no se atreve a hablar de ellas ni con su familia ni con sus amigos por miedo a que nadie crea que son reales.

Pero lo que Alma no sabe es que hay monstruos que solo se pueden combatir en compañía.

Tenía mis dudas respecto a este libro y no tenía muy claro si animarme a leerlo, pero al haberlo visto en la aplicación de la biblioteca digital fue como si el destino me lo hubiera puesto en bandeja. Tengo que decir que me ha sorprendido mucho esta historia. Sabía que trataba una enfermedad mental como es la depresión, pero no sabía que estaba contado desde la perspectiva de una niña, con una voz infantil. He de decir que no estoy nada acostumbrada a narraciones así, pero que no me ha terminado de disgustar y ha conseguido que devorase el libro. 

Alma es una niña que tenía mucha luz, como la del sol, brillante y cálida. Hasta que los monstruos empiezan a salir de debajo de su cama y se va oscureciendo poco a poco. Como no conoce sus verdaderos nombres los va llamando según el orden de aparición, así pues tenemos a Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis y Siete. Ansiedad, cansancio, insomnio, distracción, incapacidad de levantarse de la cama, tristeza, ira. 

Poquito a poco y con cada monstruo se nos van presentando alguno de los síntomas y consecuencias de sufrir depresión. Yo he pasado por esta enfermedad mental y tengo que decir que me he sentido muy representada por Alma, está muy bien llevado y eso es algo que merece reconocimiento. Es muy difícil representar bien una enfermedad mental, pero me parece mucho más difícil hacerlo desde la perspectiva de una niña. He leído libros en los que se representan enfermedades así, pero siempre han sido desde la perspectiva de adolescentes o adultos y, es que, los niños también pueden pasar por estas cosas tan duras.

«—Los monstruos no te acechan solo a ti, Alma. Están debajo de un montón de camas. Y les encanta que no le digamos a nadie que los vemos, porque así pueden seguir creciendo. Así pueden seguirnos a todos los lados. Pero cuando hablamos de ellos y descubrimos que en realidad están en todas partes y que hay muchas personas que pueden verlos..., se hace más pequeños, ¿verdad? » 

El debate sobre las lecturas obligatorias sigue al pie de cañón y yo vengo a decir que Alma y los siete monstruos debería de ser una lectura obligatoria en colegios e institutos. Demuestra una verdad que, a pesar, es algo muy normal y corriente entre cualquier persona. A veces, ver representado sentimientos y emociones por las que tú estás pasando en un libro, película o serie es lo mejor para ayudar a comprender que lo que sientes es normal, está bien, pero hay que pedir ayuda. 

Lo cierto es que no tiene una gran profundidad para que os pueda hablar de algo como personajes porque aunque se menciona a la madre de Alma, sus amigas o la Cazadora, la persona que ayudará a enfrentarse a sus monstruos, la verdadera protagonista es Alma y sus monstruos. Me gusta que hayan sido representados de formas totalmente diferentes acordes a lo que producen. Por ejemplo, Tres está representado como una pequeña lechuza con los ojos amarillentos y brillantes y representa el insomnio. 

Alma y los siete monstruos es un libro en el que se nos presenta la depresión de una forma muy distinta, con el objetivo de que los niños o adolescentes que lean este libro y se sientan identificados, sepan que lo que les pasa no es normal. No es normal que te acechen todos los días y unos monstruos y para ayudar a librarse de ellos hay que pedir ayuda. Que no os asuste el tono infantil o la extensión tan corta que tiene porque merece mucho la pena leerlo.

«—Quizás no se vayan para siempre. Quizá solo un rato. Eso no se puede saber: depende del monstruo. Hay personas que ven monstruos únicamente una vez en su vida. Cuando los ven, los matan y nunca reviven, pero solo son unas pocas personas. Ya veremos cuál es tu caso. Pero te prometo que, si luchamos juntas, podremos hacer que, como mínimo, se queden muchísimo tiempo debajo de la cama y sean ellos quienes estén asustados de ti.»