Cuando esto acabe

Cuando esto acabe | Estefanía Carmona Sánchez | Amazon | Romántica contemporánea | Conclusivo | 116 páginas | 2,99€ | B097GCTVX6 | Comprar en digital

Fede nunca ha sido muy popular: siempre se ha mantenido en un segundo plano y ha pasado los cursos sin pena ni gloria. Marina, por el contrario, es el alma de la fiesta: divertida, extrovertida, buena estudiante y querida por toda la facultad. Fede incluido.

Cuando les toca realizar juntos un trabajo por parejas, Fede siente que se le viene el mundo encima: ¿cómo va a conseguir buena nota si es incapaz de hablar con ella sin morirse de la vergüenza? ¿Cómo van a hacerlo si una pandemia obliga a todo el país a guardar un confinamiento domiciliario obligatorio y las clases pasan a ser telemáticas? No le queda más remedio que adaptarse, tragarse los nervios y echarle valor, pero... no tiene muy claro que vaya a salir bien.

Fede lleva prendido de Marina desde que la vio por primera vez en su primer año de psicología. Las posibilidades de acercarse a ella son nulas. Marina forma parte de la pandilla de populares de su clase, sale todos los jueves como buena universitaria, no suspende, pero tampoco es que se pase las tardes estudiando. Por el contrario, Fede es uno de los pringadillos de clase, se sienta en las primeras filas y habla con sus amigos, si se les puede considerar así, solamente de cosas de clase. En una de sus clases, les toca hacer un trabajo grupal por orden de lista y les toca juntos, quedan entre clase y clase para hablar sobre ello y Fede se siente muy a gusto con Marina, incluso ve una oportunidad de poder ser amigos. Sus planes se ven frustrados al día siguiente cuando se declara el confinamiento y tendrán que quedar por videollamada para hacerlo. 

Es la primera vez que leo a la autora en solitario, ya que suele hacerlo junto a Alejandro D. Martínez, y me ha sorprendido mucho. Estefanía tiene un potencial increíble. Es una historia corriente, pero no significa nada malo, todo lo contrario. Arriesgarse a escribir una historia con la ambientación en torno al virus me parece de ser valientes porque yo sería incapaz de hacerlo por miedo a meter la pata o que a alguien le siente mal. En este caso, la única importancia que tiene es que es el motivo de que Marina y Fede empiecen su trabajo de psicología y comiencen a charlar más, pero en ningún momento es mencionado el virus como algo de peso de la historia, así que por eso no os preocupéis. 

«Intenta que su sonrisa sea una sonrisa normal de «te agradezco este cumplido» y no la que lucha por salir, una de esas de «me acabas de alegrar el día, la semana y, si me apuras, el mes».» 

La historia está contada en tercera persona desde el punto de vista de Fede, por lo que es muy fácil empatizar con él. Es una persona que se piensa demasiado las cosas y no pilla ninguna de las indirectas que le llegan, yo suelo ser todo lo contrario, así que me hacía gracia muchas de las cosas que hacía o decía porque, de verdad, se comía la cabeza por chorradas sobre si mandar o no un mensaje a Marina, por ejemplo. Tenía en mente que Marina me fuese a caer mal por ser considerada la popular de la clase, pero resulta ser una personaje normal y corriente. No conocemos mucho de ella en la primera mitad del libro, pero sí que me hubiera gustado conocer su punto de vista en la narración. Aunque, uno de los personajes que mejor me han caído ha sido Elena, la compañera de piso de Fede, tienen unas escenas muy buenas y ella es como la Celestina de Fede.

Cuando esto acabe es una historia contemporánea cortita y ágil. Si os ponéis una tarde, lo leéis del tirón, no solo por su extensión, sino por ver cómo evoluciona Fede en su intento por entablar una conversación con Marina sin morirse de vergüenza. Sé que el hecho de que esté ambientado en el confinamiento puede ser motivo de no leerlo, pero, de verdad, la única cosa que se menciona es que tienen que estar encerrados en casa y hablar por videollamada para llevar a cabo el trabajo. Estefanía ha logrado sacar el punto bueno del confinamiento y concentrarlo en una historia que te hará pasar un buen rato. 

«—Suena bien, de verdad. Es muy... bonita. 

—Bueno, eso no es mérito mío —Bromea. Ella ríe.

—Sí que lo es. La canción es bonita, pero cuando la tocas tú tiene un algo que... No sé. Me gusta mucho.»