Hazeldade

Hazeldade | Elisa Macías | Ediciones Dorna | Fantasía | Conclusivo | 502 páginas | 15€/3€ | 9788412285345 | Comprar en físico y en digital

Tras terminar la carrera de Bellas Artes, Diana tiene que volver a Avellanilla, su pueblo de toda la vida. Después de tantos años estudiando en Madrid, se le hace raro volver a acostumbrarse al campo, al calor del verano de Andalucía y a los amigos de la infancia con los que hace tiempo que no habla.

Los días en el pueblo son tranquilos y muy distintos a la emoción urbanita de la época universitaria, pero su vida en Avellanilla cambiará por completo cuando se dé cuenta de que, cuando su madre se mudó de casa, no contó con una antigua inquilina. Ahora, además de buscar trabajo en esta nueva etapa, Diana tendrá que aprender a convivir con el fantasma de su habitación.

Gracias a la editorial por el ejemplar

Diana ha vuelto al pueblo en verano, como todos los verano, pero esta vez ha acabado la carrera de Bellas Artes. No le hace especialmente ilusión esto porque no sabe qué hará al acabar el verano, no tiene trabajo. Aunque esa sea su mayor preocupación, acabará pasando a segundo plano. Su madre ha tenido que comprar una nueva casa en el pueblo al separarse de su marido y ella acaba descubriendo que en su habitación se suicidó una chica hace dos años. No tarda mucho en descubrir que esa misma chica sigue en su habitación, Laura se ha aparecido en forma fantasmal y, aunque a Diana le parece de lo más extraño, acabará por aceptarlo.

Por otra parte, Cat, su mejor amiga del pueblo, ha empezado a tener unos sueños muy raros en los que una bruja, de las que antes habitaban en su pueblo y hay tantas leyendas en relación a ello, le ha dicho que ella tiene descendencia y también lo es. Tendrá que lidiar entre ese nuevo descubrimiento y que no sabe cómo acercarse a la chica que le llama la atención. Min tiene bastantes problemas: vive en un pueblo cotilla, su familia es bastante tradicional y, ah, sí, es el único gay y chino de todo el pueblo. Aunque todo mejora un poquito cuando está con su novio, Adri, quien empezará a encontrarse muy mal de la noche a la mañana y actuará de forma muy extraña... 

Tenía muchas ganas de leer esta historia porque, aunque no pensaba que fuera a ser la historia de mi vida, toda la premisa de que tuviese lugar en un pueblo y demás me parecía buena para leer en verano. También había oído algún comentario bueno por redes sociales, pero no ha sido mi caso. Si es verdad que la mayoría de escenas se leen bastante rápido y son muy ágiles, pero a medida que avanzas y la trama se complica a mí se me hacía más pesado de leer. Incluso ha habido situaciones que no me terminaban de encajar en la trama general del libro. La trama no me ha gustado, pero los personajes son una delicia y lo que me gustaría destacar de la historia.

«A él le gustaba pensar que no eran opuestos, sino complementarios, que la diferencia de uno encajaba con la de otro.» 

Aunque si tengo que destacar algo de esta historia es la representación LGBT. Nunca es suficiente y cuantos más personajes tenga una historia más lo disfruto. En este caso, todo el grupo de amigos del pueblo de Diana forma parte del colectivo, incluida la intrusa fantasma. Me parece importante que sea así y más teniendo en cuenta de que sea en un pueblo porque yo me paro a pensar en el mío y no conozco a nadie de mi edad que forme parte del colectivo abiertamente y los personajes de esta novela no tienen problema alguno en decirlo, aunque siempre habrá ese miedo a que se entere una persona y corra la voz por todo el pueblo.

En cuanto a los personajes, mi favorito es Laura. Le da un toque muy irónico a la mayoría de las situaciones. Escenas serias en las que ella tiene una palabra para darle un toque de humor. Quizás, en otro tipo de historia, se me hubiera hecho pesado esos comentarios, pero sabiendo que en general es lo que desprende el libro me cuadra bastante. Además, el tópico de fantasma que tengo en mente es el que no deja de lamentarse por su muerte y Laura no es así, disfruta siendo de un fantasma, aunque sí que siente tristeza en algunas situaciones, sobre todo al recordar cosas que hacía cuando vivía y ya no podrá hacer. 

En realidad, todos ellos me parecen personajes muy bien perfilados y construidos. Entre el grupito de personajes principales, no podría elegir uno favorito porque todos son muy diferentes y tienen sus cosas buenas. Es muy fácil sentirte identificada con Diana. Una persona que ha acabado el curso y no tiene trabajo, tiene que aguantar comentarios de su familia que no ayudan y enfrentarse a situaciones que no formaban parte de su vida. Cat es todo lo contrario, es muy estrafalaria a la hora de vestir y actuar, un culo inquieto que te caerá bien desde el principio, pero con sus inseguridades ocultas por una fachada. Min no tiene la mejor situación en su familia y, aun así, hará lo que sea por ver a su novio feliz. Por último, Adri es un cachito de pan, algo callado y tímido, pero que haría lo que fuese por las personas a las que quiere.

«—Nuestras vidas dan un giro y en realidad parece que solo sean un suceso de pequeñas cosas extraordinarios mientras no ocurre nada.»