Cadenas

Cadenas | Lucía G. Sobrado | Hela Ediciones | Distopía | Bilogía #2 | 458 páginas | 16€/3€ | 9788412292930 | Comprar en físico | Comprar en digital

La sinopsis contiene spoilers de la primera parte.

Cuando seis meses después de graduarse como Eslabón Katerina acude a Sector Omega en una misión de reconocimiento, no esperaba que su vida se fuera a tambalear por completo. Lo que creía cierto se desdibuja en una mentira frente a sus ojos y la arrastra, junto a su relación con Alec, a una vorágine de incertidumbre constante. Su trabajo como agente de seguridad peligra desde el momento en el que decide esconder a un fugitivo y la poca estabilidad que había encontrado en su nueva vida se desmorona a pasos agigantados.

Mientras finge que todo va bien, los misteriosos encargos alrededor de la figura de los Corvette los llevan a tantos callejones sin salida que es inevitable sospechar de la existencia de un plan mayor detrás del sistema de sectores. Es entonces cuando Katerina se reencuentra con una de sus peores pesadillas, que la obligará a llegar hasta el límite para proteger a sus seres queridos.

Entrar de nuevo en el sistema esclavista no estaba entre sus planes, pero ¿hasta dónde estarías dispuesta a llegar para no volver a soportar el yugo de las cadenas?

Gracias a la editorial por el ejemplar

Esta reseña está libre de spoilers del libro, pero puede contener spoilers del primer libro, así que sino lo habéis leído y pretendéis hacerlo, no leáis esta reseña. A sabiendas de que el primer libro de esta bilogía no me gustó, me adentré en la aventura de leer el segundo. Quizás por la curiosidad, por saber qué iba a pasar, ya que el final del primero es bastante impactante. He ido con el miedo de que, al igual que el primero, no me gustase. He de decir que me ha gustado algo más que el primero y que he notado una gran evolución en la narrativa de la autora. Os dejo aquí la reseña de su primera parte, por si os genera curiosidad o todavía no lo habéis leído.

Katerina ha comenzado su nueva vida, se ha librado del peso de sus cadenas y disfruta de la libertad que se le ha concedido trabajando para el mismo gobierno que condena a las personas a ser esclavas. En una misión junto a Alec en Sector Omega se encuentra con un fantasma del pasado. ¿Acaso los muertos pueden resucitar? Parece que sí. A partir de aquí y con la incorporación de este nuevo personaje, la relación que mantenía con Alec y su tranquila vida se mantienen en la cuerda floja.

En cuanto a la trama, no voy a hablar mucho de ella, puesto que a nada que cuente puede ser considerado spoiler, ya sea del primer libro o del segundo. Me voy a centrar en otros aspectos importantes. En esta segunda parte he notado una evolución muy notable en la narración de la autora. Sigue estando narrado en primera persona del presente y, aunque no me termine de convencer, me ha gustado algo más a la forma de describir los hechos. En mi opinión, las escenas de narración tienen un mayor desarrollo y consigue mantenerte pegada al libro para que continúes leyendo.

«—Sé que todo eso ahora forma parte de mi pasado —continúa su discurso—, y que no puedo verme condicionado por él o me hundiré.» 

Conoceremos el mundo que se ha creado en una mayor medida, pero hay hilos en las que me hubiera gustado tener un mayor desarrollo. Tienen mucho potencial y son giros en la trama que, contados de otra forma, me hubieran gustado más. También he tenido la sensación de que ha habido algunas formas de salir del enrollo demasiado oportunistas y que, contado de otra forma, me lo hubiera llegado a creer más aunque hubiera tenido el mismo final. He de decir que la primera parte del libro me pareció muy adictiva, pero a medida que avanza la he visto algo floja. Eso sí, siempre se mantiene en la línea de mantener al lector atrapado en sus palabras y eso me parece una maravilla.

Ilustración de Eicinic

En esta ocasión los personajes me han gustado algo más. La protagonista sigue sin convencerme del todo. Soy consciente de que apenas ha vivido para tener experiencia y actuar de una buena forma, pero en más de una ocasión me ha molestado su comportamiento. La relación que Katerina y Alec mantiene es bastante tóxica, por parte de las dos personas implicadas, así que las escenas en las que estaban los dos presentes no las soportaba mucho. Aunque no todo iba a ser malo porque aparecen en escena dos de los personajes que más me gustaron en la primera parte y porque hay otros que se nos presentan que, aunque no haya tenido mucho protagonismo, creo que están muy bien desarrollados aunque solamente aparezcan en acción dos o tres veces. 

La bilogía de Lucía G. Sobrado no me ha  conquistado el corazón, pero me ha mantenido entretenida y enganchada. A decir verdad, esta segunda parte es mucho más relajada que la primera, pero aun así habrá acción en todos los capítulos y creo que está mucho mejor llevada que en el primer libro. Tiene un desarrollo de personajes muy buenos, pero el desarrollo de la trama es lo que, en mi opinión, más me ha fallado en esta distopía. 

«—[...]. No debe ser fácil sobrevivir a tu pareja con la certeza de que ha muerto por ese amor.

—Los que dicen que el amor te hace más débil es porque nunca se han enamorado de verdad.»